POR UN MIRAR.
CANTARES DE LA CAÑADITA.
Te conocí al bailar,
Bajo de aquel parral.
Tus ojos me miraron,
Quede prendado de tu mirar.
La guitarra dejé,
Para poder bailar.
Tus manos revolearon,
Tu pañuelito sin descansar.
Si ayayayyy, mi Angaquera,
Pásenme un traguito.
Para ver si me quiere,
Mi vida dame un besito.
La cueca terminó,
Nos sentamos los dos.
Y en lo mejor que estaba,
Llegó la vieja y se la llevo.
Lo que pasó después,
No lo puedo explicar.
Solo quedo el recuerdo,
Bailando cuecas.
Por un mirar.
PERO MIRE SI SERA.
CANTARES DE LA CAÑADITA.
Dice que se ausentara,
Y que no volverá luego.
Ella solo hace de bribona,
Para ver si yo la ruego.
Pero mire si será.
Lo mata quien la idolatra,
Y premia a quien la ofendido.
Y yo que la quiero tanto,
Soy el más aborrecido.
Pero mire si será.
Querida Mendoza mía,
Viñas cerros y montañas.
Son tus hijos los que cantan,
Hermosa región cuyana.
Pero mire si será….
CANTARES LUGAREÑOS
CANTARES DE LA CAÑADITA
Cantare las canciones,
De la patria.
Lloraré los cantares,
Ya perdidos.
Gritaré, gritaré,
Porque se ha ido.
Lo que nuestro,
Pasado nos legó.
Las costumbres,
Antiguas nunca mueren.
Esas cosas tan lindas,
Y lugareñas.
Cosas lindas,
Que siempre da la tierra.
Y que ahora,
Las he entonado yo.
Cantaré con pasión,
Brindaré con fervor.
Los cantares
Y danzas de la tierra
Que del cielo,
Nos ha enviado el señor.
Esos tiernos cantares
De la patria vivirán.
Apegados a la tierra,
En la Pampa grandiosa,
O en la sierra.
Cantarán, cantarán,
Así señor, cantarán.
Los cultores de lo nuestro,
Cantaran trovadores juveniles.
Brindaran los poetas sus perfiles,
Entregando su gran inspiración.
Cantaré con pasión,
Brindare con fervor.
Los cantares,
Y danzas de la tierra.
Que del cielo,
Nos ha enviado el señor.
CANTARES DE LA CAÑADITA
Allá en los pagos de Tucumán,
Tengo un ranchito para quinchar.
Pero ante todo como el hornero,
La compañera debo encontrar.
Para Santiago salgo señora,
Dios y la Virgen me ayudarán.
A Catamarca también iré,
Por unos días será no más.
Pues yo sé que las hay muy bonitas,
En una finca de Andalgalá.
Son morenitas como las brevas,
Que están a punto de madurar.
Mi alma donde andará,
Lo que con ansia tanto busque.
Y voy bajando para mis pagos,
A ver si encuentro algún querer.
Pero soy viejo
Ya muy bichoco.
È quedau rengo
Y a medio ver.
Ahora recuerdo en una ocasión,
Cuando era arriero allá por Jujuy.
Las de Tilcara me sedujeron,
Y casi, casi me quedo allí.
Son las puneñas bravas y fuertes,
Como esas sierras las de cachi.
Oigan amigos no hay que olvidar,
Que la salteña es criolla fiel.
Salió noticia que allá en La Rioja,
Aquella fuera brava también.
Y las más lindas son las criollitas,
Boquita roja como el clavel.
LAMENTOS CUYANOS
CANTARES DE LA CAÑADITA
Retazos me quedan
De un sueño vencido.
Manojo ya seco,
De rosa de amor.
La imagen borrosa,
De un ángel querido.
Que un día de gloria,
Mi mente pobló.
Entonces eran mías,
Sus frases más tiernas.
Su grata sonrisa,
Su suave rubor.
Prendí sus pupilas,
Las rojas quimeras.
Que hicieron la dicha
De mi corazón.
Cuando ya eras mía,
La hermosa montaña.
Vestía su gala,
De blanco y azul.
Los cielos me daban,
Celeste esperanza.
Las flores, la tierra,
Los soles, la luz.
No son los arpegios,
Los negros zorzales.
Sus frescas caricias,
Del sauce lloro.
Los hilos de plata,
De los manantiales.
Que corren jugando,
Con chispas de sol.
Con letras de fuego,
Yo llevo gravado.
Su nombre querido,
Sobre el corazón.
Amor el primero,
El más puro, el más santo.
El único cierto,
Que mi alma sintió.
Tormentos del mundo,
Quebraron mi idilio.
Más que de mi alma,
Cenizas de ayer.
Su amor ha llenado,
Mis horas de niño.
Y es ella mi vida,
Mi única fe.
LA SEGUIDORA
CANTARES DE LA CAÑADITA
Yo vengo de C oncepción,
A cantarle a usted señora.
Esta cuequita cuyana,
Que llaman la seguidora.
La bailan allá en Ullúm,
En Calingasta y Caucete.
En Pocito y Trinidad,
Y también en Valle Fértil.
Es criolla como el apero,
Sentida como tonada.
Y pura como las aguas,
Que bajan de mi montaña.
Como es cuyana señora,
Le llaman la seguidora.
La bailan en Albardón,
Cuando termina la trilla.
Mientras se adora el asado,
Echan algarrobo y jarilla.
Como ha nacido en San Juan,
Esta cueca es muy cuyana.
Como Mendoza y San Luis,
Que son provincias hermanas.
TAL VEZ UN DIA
TROBADORES DE CUYO
Sé que tan solo el rigor,
Has dedicado a mi suerte.
Todo ha sido un padecer,
Desde que empecé a quererte.
Tal vez un día,
Entre distancia y olvido.
Morirán las penas mías,
Tan solo el primer mirar.
El amor se manifiesta,
El querer no cuesta nada.
Olvidar es lo que cuesta.
Tal vez un día.
Entre distancia y olvido,
Morirán las penas mías.
Carlitos Pérez que viva,
Brindamos nuestro cantar.
Por ser amigo sincero,
Lo queremos recordar.
Tal vez un día.
Entre distancia y olvido,
Morirán las penas mías.
DEVOLVEME AMADA MIA
CANTARES DE LA CAÑADITA
Devolveme amada mía,
El cariño que te di.
Porque no digistes antes,
Que te ibas arrepentir.
El cariño que te di,
No supiste valorar.
Que por voz perdí otro amor,
Que se cansó de esperar.
Creía en lo que me decías,
Pero nada era verdad.
Confiar en amores falsos,
Que equivocación será.
Nunca debes de jugar,
Con un sentimiento ajeno.
Porque un día pagarás,
Vos tirana con el tiempo.
Hermanos Cabañas viva,
Este cogollo Cortez.
Asaguate, Contreritas,
Mire que cuatro nombre.
Nunca debes de………
EN LOS NEVADOS
LA TROPILLA DE HUACHI PAMPA
En nevadas cordilleras,
Ataca la cerrazón.
Los arrieros de los andes,
Llegan en algún fogón.
Y en el refugio de piedra,
Se oye esta antigua canción.
Juera, juera, juera,
Torito negro.
Juera, juera, juera,
Responde el eco,
De la montaña.
Juera, juera, juera,
Que ya blanquea,
La cordillera.
Juera, juera, juera.
El arreo ya perdido,
Desierto el fogón esta.
Se oye el viento,
En las nievas de esta
Canción que se va.
Como añorando
El paisano que nunca
Ya volverá.
Juera, juera, juera.
VILLICUM
LAS GUITARRAS DE ORO
Yo creía,
Que no iba sufrir.
Aquel día,
En que te dije adiós.
Pero en cambio,
Yo me equivoque.
Hoy no puedo,
Vivir sin tu amor.
El amor,
Que yo siento por ti.
Se agiganta,
En forma inusual.
Y hoy que estás,
Tan lejos de mí.
Tendré que sufrir,
Tendré que llorar.
Villicum,
Yo la quise olvidar.
No he podido,
Y no sé por qué.
Pero en cambio,
He logrado avivar.
El martirio,
De mi soledad.
Soledad,
Que quedaste en mí.
Donde vayas,
Te voy a llevar.
Hoy que estas,
Tan lejos de mí.
Tendré que sufrir,
Tendré que llorar.
LAS CAMPANAS DEL ROSARIO
LOS TROVADORES DE CUYO
Las campanas del rosario,
Porque no repicarán.
Sabiendo que yo me muero,
Por oírlas repicar.
En una chacra de trigo,
Planté una planta de amor.
Y se me volvió cebada,
Cuando estaba en lo mejor.
Triste muy triste,
Se hallara mi corazón.
Por una criolla que yo amo,
Que se llama blanca flor.
Planté una planta de amor,
Y la regué con finesa.
Y se me volvió maleza,
Cuando estaba en lo mejor.
Las campanas del rosario,
Porque no repicarán.
Sabiendo que yo me muero,
Por oírlas repicar.
Triste muy triste,
Mi corazón se hallará.
Por una criolla que yo amo,
Que se llama soledad.
LA MONJITA
CANTARES DE LA CAÑADITA
Los lirios refulgen,
Sus luces doradas.
Las flores perfuman,
Encima el altar.
Y un velo de novia,
De gasas aladas.
Espera a la novia,
Que va a desposar.
No tiene la novia,
Su esposo terreno.
No tiene la novia,
Su amante carnal.
Es cristo el que espera,
La flor de su seno.
Y es nube de incienso,
El lecho nupcial.
Formando el cortejo,
De negro tocado.
Las siervas de cristo,
Esperan llegar.
A la blanca novia,
Ya están sus miradas.
Sus pinzas y graves,
Con dulce mirar.
Las filas se abren,
Y el órgano grave.
Modulan en su canto,
La voz del señor.
La novia de cristo,
Con temblor de ave.
Ofrece sus trenzas,
Que un ángel te dio.
Con aurias tijeras,
Las trenzas cercenan.
Y cubre la frente,
Con negro manto.
La música canta,
Las campanas suenan.
Y hay más de un sollozo,
Dentro del corazón.
Consagrada al cielo,
Se va la monjita.
Adiós dijo al mundo,
Y a todos adiós.
Mientras que de hinojo,
Una viejecita.
Solloza a diosito
Para siempre adiós.
Aaaaaaaaaveeeemaaariaaa.
…………………………………………..
FLORES PARA MI MADRE
ANTONIO TORMO
Valga me dios que dolor,
Que penar tan sin segundo.
Hoy he perdido en el mundo,
La joya de más valor.
Perdí el mal de mi amor,
Ya murió de quien nací.
Ya murió a quien le di,
Tantos desvelos al criarme.
Hoy debo de lamentarme,
Murió mi madre hay de mí.
Salto la muerte traidora,
Contra mi madre adorada.
Le fue quitando irritada,
Los instantes de la vida.
Más otra madre querida,
En el mundo no he de hallar.
Aunque vuelva a registrar,
La tierra y el mar profundo.
Yo no he de hallar en el mundo,
A otra madre a quien llorar.
Madre estas blancas flores,
Que aquí te vengo a traer.
Las corte al amanecer,
Con lágrimas de rocío.
Ellas me dicen no llores,
Como me voy a llorar.
Cuando me pongo a pensar,
La triste tumba que encierra.
Sobre de ti tanta tierra,
Y no poderte besar.
DOS QUE SE AMAN
ANTONIO TORMO
Adiós para siempre,
Mitad de mi vida.
Un alma tan solo,
Teníamos los dos.
Más hoy es preciso,
Que esta alma divida.
La amarga palabra,
Del último adiós.
Porque nos separan,
No saben acaso.
Que pasa la vida,
Cual pasa la flor.
Cruzamos el mundo,
Como aves de paso.
Mañana la tumba,
Porque hoy el dolor.
La dicha secreta,
De dos que se adoran.
Enoja a los cielos,
Y es fuerza sufrir.
Tan solo son gratas,
Las almas que lloran.
Al torvo destino,
La ley es morir.
Quien es el destino,
Te arroja a mis brazos.
En mi alma te imprime,
Te infunde en mí ser.
Y bárbaro luego,
Me arranca a pedazos.
El alma la vida,
Contigo porque.
Adiós es preciso,
No llores si parte.
La dicha de vernos,
Nos quita dolor.
Pero un solo instante,
Dejar de adorarte.
Hacer que te olvide,
No pueden jamás.
Con lazos eternos,
Nos hemos unido.
En vano el destino,
Nos hiere a los dos.
Las almas que se aman,
No tienen olvido.
No tienen ausencia,
No tienen adiós.
MINGUEZ – BARBOZA
Entrando a un jardín
Un día.
Me arrebata la atención.
De una rosa que allí había,
De hermosísimo color.
Y como era la mejor,
Que en aquel jardín había.
Y como espinas tenía,
Ella al instante me hirió.
Ismael Garro que viva,
Pegadito allá en el cerro.
Su rancho no lo olvidamos,
Ni su vinito patero
MINGUEZ – BARBOZA
A deshora de la noche,
Vengo a pedirte un favor.
Que me sirvas de hortelano,
En los jardines de amor.
De los jardines de amor,
Cinco flores te traeré.
Azucenas, margaritas,
Rosas, jazmín y clavel.
Negro Quiroga que viva,
Perdone la atropellada.
Sabiendo que usted es tan criollo,
Le cantamos esta tonada.
